1895-1898: Inglaterra y la busqueda de un compromiso internacional para frenar la intervencion norteamericana en Cuba

Resumen

Tomando como referencias la bibliografía especializada y un amplio conjunto de fuentes archivísticas, fundamentalmente británicas, este artículo comienza analizando la nueva situación internacional que caracteriza la última década del siglo XIX, las líneas generales de la política exterior española y la posición internacional de Inglaterra como consecuencia de su necesidad de hacer compatible la defensa de su posición en el Pacífico con el reforzamiento de la seguridad de Gibraltar cuando se formaliza la alianza franco-rusa. Sobre esta base, la decisión española de no renovar los Acuerdos Mediterráneos, el estallido de la insurrección cubana, los primeros pasos de la intervención norteamericana y los continuados esfuerzos españoles para lograr la intervención de las grandes potencias en general, y de Inglaterra en particular, para frenar al gobierno de Washington, fueron la ocasión de la intervención de sir Henry Drammond Wolff, embajador británico en Madrid, que intentó empujar al gobierno del marqués de Salisbury en favor de los objetivos de los sucesivos gobiernos españoles. Aunque no tenga éxito, la intensa actividad de Wolff y su abundante correspondencia con el Foreign Office permite conocer no sólo las líneas generales de la diplomacia que las grandes potencias en general —y Inglaterra en particular— desarrollaron en Madrid, sino también las perspectivas, los objetivos y las iniciativas de la política exterior española en los años que precedieron al «Desastre».