El libro escrito por Mercedes Montero explica la historia de la empresa Ediciones Rialp, desde su fundación en los años cuarenta del siglo XX, hasta la actualidad. Es la propia editorial quien publica el volumen, ya que se mantiene activa como sello independiente. Se trata de una editorial generalista, que ha publicado obras de ensayo y alta divulgación histórica, aunque ha sido su nutrida lista de publicaciones religiosas la que, sin duda, ha marcado su imagen. Así, Ediciones Rialp inició su andadura en marzo de 1947, con una biografía de los hermanos Machado, con prólogo de Gregorio Marañón. Sin embargo, entre sus best seller deberíamos destacar las obras «Camino» y «Santo Rosario», escritas por San José María Escrivá de Balaguer, fundador de la Prelatura de Opus Dei.

El libro consta de diez capítulos, a los que se suman una sección de introducción y una de conclusiones y tres anexos. La narración sigue un orden cronológico. Así, los capítulos I, II y III recogen las iniciativas empresariales que resultaron en la fundación de Ediciones Rialp y los primeros pasos de la editorial. Los capítulos IV y V explican la relación entre el Opus Dei y Ediciones Rialp (aunque este tema será transversal a todo el libro), las estrategias de crecimiento y formación del catálogo, y el annus horribilis de 1953, en el que la empresa sufre una fuerte crisis. Los capítulos VI y VII muestran la etapa de expansión de la editorial en los años sesenta y setenta del siglo XX. Los dos capítulos siguientes exponen los problemas que atravesó Rialp en el convulso contexto editorial de los años ochenta, con transformaciones importantes en la industria del libro. El décimo capítulo explica la supervivencia de la editorial en el siglo XXI como sello independiente, en un sector marcado por la concentración empresarial. El capítulo de conclusiones permite a la autora revisar los resultados de la investigación en un marco analítico e integrar sus aportaciones en los trabajos publicados anteriormente.

El libro se sustenta sobre una rigurosa investigación empírica. Este factor es un activo importante del trabajo, especialmente en un sector, el editorial, que suele ser opaco y en el que es difícil desarrollar una investigación con fuentes primarias por la falta de archivos. Su autora ha consultado el archivo de Ediciones Rialp, incluyendo los libros de actas de los consejos de administración y las juntas generales de accionistas desde 1948 a 1996. Además, Mercedes Montero ha visitado y consultado materiales en el Archivo General de la Prelatura de Santa Cruz y Opus Dei, el Archivo General de la Administración (los fondos del Instituto Nacional del Libro Español), los papeles de María Natividad Jiménez Salas (directora de la editorial Minerva) en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, los archivos personales de Rafael Calvo Serer y Florentino Pérez (directivos de Rialp en su primera etapa), localizados en el Archivo general de la Universidad de Navarra. El libro también refleja un uso correcto de la bibliografía sobre el tema para el periodo seleccionado, que la autora cita ampliamente a lo largo del trabajo.

Otra de las virtudes del libro es la claridad en la explicación de dos factores clave en esta historia: las crisis que atravesó la editorial y el interés del Opus Dei en el desarrollo de la editorial. En realidad, ambos aspectos están relacionados. La autora explica ampliamente las crisis financieras, ofrece datos económicos de balances y cuentas de resultados, así como las vías por las que fue rescatada por accionistas individuales. El trabajo revela nombres (muchos), algunos de empresarios y banqueros muy conocidos, que trabajaron o tuvieron algún contacto con la editorial. Esas biografías son bastante exhaustivas, en ellas se detalla desde el nivel de formación a la orientación política e intelectual de los implicados, al tiempo que se comenta con una transparencia que es digna de elogio, su vinculación con el Opus Dei y el papel que la institución jugaba en la empresa. La autora explica, ya desde el primer párrafo de la Introducción, esta relación entre la editorial y la Prelatura: «sus directivos (se refiere a Ediciones Rialp) fueron en muchos casos personas del Opus Dei, y que la idea partía del fundador de esta institución, deseoso de brindar a los lectores buenos libros, en el fondo y en la forma, que guardaran una coherencia con el pensamiento cristiano desde los más variados ámbitos de la cultura». De esta forma, aunque la autora insiste en repetidas ocasiones en el carácter generalista de la editorial, y da cabida en el discurso a proyectos como la Gran Enciclopedia Rialp, la gran aportación del libro se enmarca en el campo de las editoriales religiosas durante el franquismo. Un periodo y un segmento de la industria del libro que fueron muy importantes y sobre los que sabemos muy poco. La contribución del libro en este campo de investigación es relevante, aunque matizaré mi opinión en los párrafos siguientes.

En conjunto, los numerosos capítulos dibujan la historia de una editorial que tuvo un impacto notable en la parte final del primer franquismo y que, tras muchas vicisitudes, ha conseguido sobrevivir hasta la actualidad con un catálogo mucho más reducido. Más allá del estudio de una editorial importante, en las conclusiones, la autora comenta que una de las razones que le llevaron a emprender este trabajo de investigación fue la relación de Rialp con el Opus Dei. Relación que, en la historiografía española, siempre según Mercedes Montero, ha estado acompañada de «recelo o animosidad». De este modo, Montero utiliza el estudio de Ediciones Rialp para matizar o rebatir algunas hipótesis establecidas en la historiografía y que ella resume en dos ejes: la narrativa del estereotipo y la narrativa del silencio. La primera se refiere a la visión limitada de Rialp como brazo editor del Opus Dei, encargada de la difusión de la ideología cercana a la Prelatura, y al papel de la misma en la supervivencia del gobierno franquista. El segundo abarcaría aquellos trabajos que no mencionan a Editorial Rialp, ni las innovaciones o aportaciones que realizó dentro del sector editorial español. Por el contrario, Montero defiende una narrativa que define con estas palabras: «Respecto a la línea editorial, son sus directivos quienes cuidan de ella, no el Opus Dei. Se trata de seguir haciendo — cada vez de manera distinta, adaptándose a los tiempos— lo que siempre se ha hecho, la idea con la que nació la empresa (…). Ediciones Rialp, aunque con colecciones menos comprometidas en este sentido, se dedica a la alta divulgación de temas que repercuten hondamente en el sentido sobre la vida del hombre y el discurrir de la sociedad». Es decir, la autora matiza en las conclusiones la injerencia del Opus Dei en Rialp. Creo que ese matiz no está exento de contradicciones.

No discuto a la autora que gran parte de la historiografía que ha analizado o mencionado el papel del Opus Dei durante el franquismo pueda presentar sesgos de algún tipo e incluso visiones estereotipadas. No obstante, creo que, para romper determinados estereotipos, la autora centra sus críticas en unos pocos trabajos, y los rebate de una forma que se podría calificar como agresiva. Es más, las personaliza en especialistas tan relevantes como Jordi Gracia, un gran experto en el mundo del libro durante el periodo de análisis. Las luchas ideológicas dentro del franquismo han sido abordadas en un amplio número de trabajos, desde distintas disciplinas académicas, y la autora está autorizada por la investigación desarrollada a participar en ese debate abierto, simplemente creo que tendría sentido hacerlo de una forma distinta.